Depresión

Depresión

Terapia psicológica para la depresión

Cuando la tristeza llega para quedarse podemos sentir que nuestra vida ha perdido todo su sentido, y es común que dejemos de tener ganas de hacer cualquier cosa, incluso aquellas que antes disfrutábamos. Solo quien ha pasado por eso sabe realmente lo difícil que es intentar seguir adelante con tu vida sintiéndote así. Tener ganas de quedarte en la cama todo el día, vivir la vida en modo automático como si hubieras perdido la capacidad de sentir, o verlo todo a través de unas gafas muy grises desde las que has perdido la esperanza de sentirte mejor; y aun así tener que continuar tu vida como si no pasara nada es realmente duro para quien lo sufre. Porque una persona no elige ni tiene la culpa de tener depresión. Pero lo peor, es que muchas veces se pretende que actúes como si estuvieses bien, y lejos de apoyarte te encuentras con mucha incomprensión.

El desconocimiento hace que a veces la gente sea realmente dura con una persona que está atravesando un proceso depresivo. De hecho, es muy posible que te hayan hecho sentir culpable por sentirte así al decirte frases como, “es que eres muy negativo y eso te pasa por darle tantas vueltas”, “a mí me pasan también cosas malas, pero yo lo supero, tu problema es la actitud” o incluso “estás así porque te da la gana, no tienes motivos”. Actualmente vivimos en una sociedad en la que nos venden que lo que está bien es estar felices todo el tiempo y que si una persona no te aporta positividad es mejor apartarla de tu vida. Estas creencias no pueden desfavorecer más a una persona con depresión, pues esta puede dejar de expresarse o pedir ayuda por miedo o experiencia de que si lo hace le etiquetarán de persona negativa o tóxica, lo que hará que se aísle aún más empeorando su estado psicológico.

Terapia psicológica para la depresión

Cuando la tristeza llega para quedarse podemos sentir que nuestra vida ha perdido todo su sentido, y es común que dejemos de tener ganas de hacer cualquier cosa, incluso aquellas que antes disfrutábamos. Solo quien ha pasado por eso sabe realmente lo difícil que es intentar seguir adelante con tu vida sintiéndote así. Porque una persona no elige ni tiene la culpa de tener depresión. Pero lo peor, es que muchas veces se pretende que actúes como si estuvieses bien, y lejos de apoyarte te encuentras con mucha incomprensión.

Si estás pasando por esto actualmente, he de decirte que no eres una persona rara, la depresión es uno de los problemas psicológicos más habituales de nuestra sociedad. A veces, no es nada fácil salir del círculo de la depresión, pero no es tu culpa sentirte así ni tienes que poder con todo solo/a. No dudes en pedir ayuda si lo necesitas.

Si estás pasando por esto actualmente debo decirte que no eres una persona rara, más bien al contrario, la depresión es uno de los problemas psicológicos más habituales en nuestra sociedad.

A veces no es nada fácil salir del círculo de la depresión, y cuanto más quedamos atrapados en esa dinámica más dificultad tendremos de hacerlo solos. Pero no es tu culpa sentirte así ni tienes por qué poder con todo, que para eso somos humanos. No dudes en pedir ayuda si lo necesitas, la terapia psicológica es eficaz contra la depresión y te puede ayudar a que te sientas mejor, pues, aunque ahora no lo creas, hay luz al final del túnel.

Contacta sin compromiso

Si quieres solicitar información sin ningún compromiso puedes dejar tu nombre y tu teléfono y te llamaré para aclarar todas tus dudas a la mayor brevedad posible. O si lo prefieres puedes ponerte en contacto tú conmigo a través de diferentes vías pulsando el botón de abajo.

¿Qué causa la depresión?

La mayoría de las depresiones tienen causa ambiental, es decir, suceden como consecuencia de las circunstancias que está atravesando la persona en ese momento. En la vida vamos enfrentándonos a situaciones que pueden suponer todo un reto para nuestro bienestar emocional, como la pérdida o una situación laboral complicada. Otras veces simplemente la persona desarrolla una falta de motivación o alicientes en su vida que hace que sienta que esta ha perdido todo su sentido. Sin embargo, me gustaría dejar claro que no te tienes justificar por sentirte como te sientes, sea cual sea la razón. Tus sentimientos son tan válidos como los de la persona que dice tener muchos más motivos que tú. Nadie elige sentirse triste todo el tiempo o dejar de disfrutar de las cosas.

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¿Qué causa la depresión?

La mayoría de las depresiones tienen causa ambiental, es decir, suceden como consecuencia de las circunstancias que está atravesando la persona en ese momento. En la vida vamos enfrentándonos a situaciones que pueden suponer todo un reto para nuestro bienestar emocional, como la pérdida o una situación laboral complicada. Otras veces simplemente la persona desarrolla una falta de motivación o alicientes en su vida que hace que sienta que esta ha perdido todo su sentido. Sin embargo, me gustaría dejar claro que no te tienes justificar por sentirte como te sientes, sea cual sea la razón. Tus sentimientos son tan válidos como los de la persona que dice tener muchos más motivos que tú. Nadie elige sentirse triste todo el tiempo o dejar de disfrutar de las cosas.

¿Qué síntomas nos pueden estar indicando que estamos pasando por un estado depresivo?

-Uno de los síntomas más habituales que pueden identificar que estás pasando por un estado depresivo es la tristeza. El tener un profundo sentimiento de tristeza y desesperanza hacia nuestra vida y nuestro futuro que no desaparece.

-Ganas de llorar o llorar más de lo habitual incluso sin razón aparente, así como romper a llorar por el más mínimo motivo. Aunque también puede ocurrir que sientas muchas ganas de llorar, pero a su vez un bloqueo que no te permita hacerlo.

-Apatía o pérdida de interés en las cosas y de la capacidad para sentir, y no solo en aquellas que requieren de un esfuerzo o no nos gustan, sino también en aquellas actividades que antes disfrutábamos. Esta pérdida de capacidad para sentir placer por las actividades que antes nos hacían sentir bien o por lo más cotidiano puede hacer que dejemos de llevarlas a cabo, alejándonos probablemente de nuestra familia o amigos, y encerrándonos más en nosotros/as mismos/as.

-Tener pensamientos recurrentes sobre cosas negativas del pasado o de nuestra vida actual, ya que al sentirnos en ese estado es normal que nos vengan a la cabeza más pensamientos negativos y momentos en los que también lo pasamos mal, o bien que le demos vueltas a los motivos que nos provocan este estado actualmente.

-Cambios en tus hábitos de sueño o alimentación. Es muy habitual también que la tristeza nos afecte a la hora de dormir, bien porque prefiramos quedarnos en la cama más tiempo del habitual por no sentir fuerzas para enfrentarnos a nuestra vida, o bien por provocarnos dificultades a la hora de conciliar el sueño o mantenerlo a lo largo de la noche. Es normal que si te sientes inquieto o no puedes dejar de darle vueltas a los pensamientos que te vienen a la cabeza te cueste trabajo conseguir dormirte o incluso ese nivel de actividad te despierte en mitad de la noche, o, aunque no sea así, al día siguiente no te sientas descansado/a. Y como he anticipado, otro hábito que suele verse alterado es la forma en la que comemos. Hay personas que pierden el apetito y el interés por comer, y hay otras a las que les ocurre lo contrario, viendo en la comida un refugio que les hace sentir mejor, por lo que terminan comiendo más cantidad y más veces que antes.

 

Y muy importante también es mencionar el sentimiento de desesperanza hacia nuestra vida y el futuro que una profunda tristeza puede hacernos sentir. El pensar que nada merece la pena o que hagamos lo que hagamos las circunstancias no van a mejorar o no nos vamos a sentir mejor, es uno de los síntomas que considero que más deberían alarmar y hacer a una persona pedir ayuda psicológica. Porque cuando nos tiramos mucho tiempo hundidos en este sentimiento de desesperanza es más probable que aparezcan pensamientos sobre suicidio. La ideación suicida es cuando nos planteamos la posibilidad de terminar con nuestro sufrimiento acabando para ello con nuestra vida. No es necesario llegar a tener un plan o mucho menos llevarlo a cabo. De hecho, es bastante común que una persona con depresión tenga estos pensamientos en algún momento, y eso no significa que automáticamente vaya a hacerlo, afortunadamente. Sin embargo, los pensamientos de este tipo nunca deben ser tomados a la ligera ni restarles importancia.

Pese a todo esto, es importante recalcar que cada persona es diferente y puede vivir un proceso depresivo con otros síntomas y de una forma muy distinta a otra. Incluso es más común de lo que crees que por más vueltas que le des, ni siquiera sepas por qué te sientes así. En ese caso, la terapia también puede ayudarte a vislumbrar la causa que te ha llevado a sentirte como te sientes.

 

¿Qué síntomas nos pueden estar indicando que estamos pasando por un estado depresivo?

-Uno de los síntomas más habituales que pueden identificar que estás pasando por un estado depresivo es la tristeza. El tener un profundo sentimiento de tristeza y desesperanza hacia nuestra vida y nuestro futuro que no desaparece.

-Ganas de llorar o llorar más de lo habitual incluso sin razón aparente, así como romper a llorar por el más mínimo motivo. Aunque también puede ocurrir que sientas muchas ganas de llorar, pero a su vez un bloqueo que no te permita hacerlo.

-Apatía o pérdida de interés en las cosas y de la capacidad para sentir, y no solo en aquellas que requieren de un esfuerzo o no nos gustan, sino también en aquellas actividades que antes disfrutábamos. Esta pérdida de capacidad para sentir placer por las actividades que antes nos hacían sentir bien o por lo más cotidiano puede hacer que dejemos de llevarlas a cabo, alejándonos probablemente de nuestra familia o amigos, y encerrándonos más en nosotros/as mismos/as.

-Tener pensamientos recurrentes sobre cosas negativas del pasado o de nuestra vida actual, ya que al sentirnos en ese estado es normal que nos vengan a la cabeza más pensamientos negativos y momentos en los que también lo pasamos mal, o bien que le demos vueltas a los motivos que nos provocan este estado actualmente.

-Cambios en tus hábitos de sueño o alimentación. Es muy habitual también que la tristeza nos afecte a la hora de dormir, bien porque prefiramos quedarnos en la cama más tiempo del habitual por no sentir fuerzas para enfrentarnos a nuestra vida, o bien por provocarnos dificultades a la hora de conciliar el sueño o mantenerlo a lo largo de la noche. Es normal que si te sientes inquieto o no puedes dejar de darle vueltas a los pensamientos que te vienen a la cabeza te cueste trabajo conseguir dormirte o incluso ese nivel de actividad te despierte en mitad de la noche, o, aunque no sea así, al día siguiente no te sientas descansado/a. Y como he anticipado, otro hábito que suele verse alterado es la forma en la que comemos. Hay personas que pierden el apetito y el interés por comer, y hay otras a las que les ocurre lo contrario, viendo en la comida un refugio que les hace sentir mejor, por lo que terminan comiendo más cantidad y más veces que antes.

 

Y muy importante también es mencionar el sentimiento de desesperanza hacia nuestra vida y el futuro que una profunda tristeza puede hacernos sentir. El pensar que nada merece la pena o que hagamos lo que hagamos las circunstancias no van a mejorar o no nos vamos a sentir mejor, es uno de los síntomas que considero que más deberían alarmar y hacer a una persona pedir ayuda psicológica. Porque cuando nos tiramos mucho tiempo hundidos en este sentimiento de desesperanza es más probable que aparezcan pensamientos sobre suicidio. La ideación suicida es cuando nos planteamos la posibilidad de terminar con nuestro sufrimiento acabando para ello con nuestra vida. No es necesario llegar a tener un plan o mucho menos llevarlo a cabo. De hecho, es bastante común que una persona con depresión tenga estos pensamientos en algún momento, y eso no significa que automáticamente vaya a hacerlo, afortunadamente. Sin embargo, los pensamientos de este tipo nunca deben ser tomados a la ligera ni restarles importancia.

Pese a todo esto, es importante recalcar que cada persona es diferente y puede vivir un proceso depresivo con otros síntomas y de una forma muy distinta a otra. Incluso es más común de lo que crees que por más vueltas que le des, ni siquiera sepas por qué te sientes así. En ese caso, la terapia también puede ayudarte a vislumbrar la causa que te ha llevado a sentirte como te sientes.