Violencia de género
Violencia de género
Apoyo psicológico en violencia de género
Casi sin darnos cuenta podemos vernos atrapadas en una relación abusiva o de dependencia emocional, o sufrir algún u otro tipo de violencia de género como acoso o agresión sexual. Siempre pensamos que esas cosas les suceden a otras personas, pero no a nosotras mismas, por eso es muy normal que aparezcan sentimientos de vergüenza que nos frenan a pedir ayuda. También es posible que te hayas quedado marcada por esas vivencias, sintiendo que ha dejado una huella irreversible en tu autoestima o en cómo eras antes que hará imposible volver a tener una vida normal o una relación sana. Hacerte sentir torpe o tonta, que tienes la culpa de que te trate mal, aislarte de tu círculo social o controlarte son solo algunas de las muchas formas de maltratarte. Porque no, no es necesario que llegue a la violencia física. Si sientes que no te tratan bien y no eres capaz de soltar la relación, pide ayuda cuanto antes, porque créeme, por mucho que te prometa, la violencia siempre va a más.

Apoyo psicológico en violencia de género
Casi sin darnos cuenta podemos vernos atrapadas en una relación abusiva, o sufrir algún u otro tipo de violencia de género como acoso o agresión sexual. Siempre pensamos que esas cosas les suceden a otras personas, pero no a nosotras mismas, por eso es muy normal que aparezcan sentimientos de vergüenza que nos frenan a pedir ayuda. También es posible que te hayas quedado marcada por esas vivencias, sintiendo que ha dejado una huella irreversible en tu autoestima o en cómo eras antes que hará imposible volver a tener una vida normal o una relación sana. Si sientes que no te tratan bien y no eres capaz de soltar la relación, pide ayuda cuanto antes, porque créeme, por mucho que te prometa, la violencia siempre va a más.
La violencia hacia las mujeres sigue siendo un gran problema en nuestra sociedad, e independientemente del tipo de violencia que ejerzan sobre ti, las secuelas que deja a nivel psicológico pueden ser realmente graves. Pero me gustaría decirte, que tanto si estás inmersa en una relación de violencia, has salido de una y esta te ha dejado una huella que sientes imborrable, o has sufrido algún otro tipo de violencia de género, no estás sola. Y lo más importante, puedes recuperar las riendas de tu vida. No temas pedir ayuda.

Contacta sin compromiso
Si quieres solicitar información sin ningún compromiso puedes dejar tu nombre y tu teléfono y te llamaré para aclarar todas tus dudas a la mayor brevedad posible. O si lo prefieres puedes ponerte en contacto tú conmigo a través de diferentes vías pulsando el botón de abajo.
¿Qué es la violencia de género?
La violencia de género o machista engloba cualquier tipo de violencia que se ejerce por parte de los hombres hacia las mujeres, ya sea esta de naturaleza física, psicológica o sexual.
Tipos de violencia de género
Principalmente existen tres formas principales en las que se puede ejercer violencia contra las mujeres; física, psicológica y sexual.
Violencia física: cualquier acto deliberado por parte de un hombre hacia una mujer que atente contra su integridad física. Esto incluye lesiones desde las menos a las más graves, bofetadas, tirones de pelo, empujones, puñetazos, quemaduras…
Violencia psicológica: cualquier conducta verbal o no verbal que produzca un daño psicológico, como pueden ser insultos, humillaciones, amenazas, hacerla sentir culpable de todo (incluyendo que él se ponga violento) o que no vale nada o es tonta, infravalorar lo que hace o sus capacidades, coacción o exigencia de obediencia o sumisión.
Violencia sexual: cualquier comportamiento o acto de naturaleza sexual no consentido por parte de la mujer, que incluye por ejemplo tocamientos o contactos no deseados, acoso, violación…

Además de estos existen otro tipos de violencia contra las mujeres como la violencia económica, en la que se ejerce un control sobre el dinero o bienes de la mujer o prohibirle trabajar, o la social, que ocurre cuando el agresor aísla a la víctima de su familia, amigos… para así hacerla más vulnerable y dependiente a él.
Independientemente del tipo de violencia que ejerzan sobre ti, las secuelas que deja a nivel psicológico pueden ser realmente graves. Pero me gustaría decirte, que tanto si estás inmersa en una relación de violencia, has salido de una y esta te ha dejado una huella que sientes imborrable, o has sufrido algún otro tipo de violencia de género, no estás sola. Y lo más importante, puedes recuperar las riendas de tu vida. No temas pedir ayuda.
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¿Qué es la violencia de género?
La violencia de género o machista engloba cualquier tipo de violencia que se ejerce por parte de los hombres hacia las mujeres, ya sea esta de naturaleza física, psicológica o sexual.
Tipos de violencia de género
Principalmente existen tres formas principales en las que se puede ejercer violencia contra las mujeres; física, psicológica y sexual.
Violencia física: cualquier acto deliberado por parte de un hombre hacia una mujer que atente contra su integridad física. Esto incluye lesiones desde las menos a las más graves, bofetadas, tirones de pelo, empujones, puñetazos, quemaduras…
Violencia psicológica: cualquier conducta verbal o no verbal que produzca un daño psicológico, como pueden ser insultos, humillaciones, amenazas, hacerla sentir culpable de todo (incluyendo que él se ponga violento) o que no vale nada o es tonta, infravalorar lo que hace o sus capacidades, coacción o exigencia de obediencia o sumisión.
Violencia sexual: cualquier comportamiento o acto de naturaleza sexual no consentido por parte de la mujer, que incluye por ejemplo tocamientos o contactos no deseados, acoso, violación…

Además de estos existen otro tipos de violencia contra las mujeres como la violencia económica, en la que se ejerce un control sobre el dinero o bienes de la mujer o prohibirle trabajar, o la social, que ocurre cuando el agresor aísla a la víctima de su familia, amigos… para así hacerla más vulnerable y dependiente a él.
¿Por qué se justifica diferenciar este término del de violencia doméstica?
Muchas veces se confunde este término con el de violencia doméstica, pero en realidad la violencia de género engloba solo la violencia ejercida por parte de los hombres hacia las mujeres. Los datos avalan la necesidad de tener un término distintivo de los distintos tipos de violencia ejercida hacia las mujeres para proteger a este colectivo más vulnerable, pues las estadísticas muestran notables diferencias entre los sexos a este respecto. Por poner algunos ejemplos, de acuerdo a datos estadísticos recabados directamente del Consejo General del Poder Judicial, entre 2009 y 2021, de 816 muertes producidas en el ámbito de la pareja o expareja, 716 fueron mujeres asesinadas a manos de sus parejas o exparejas hombres, y 86 hombres asesinados por sus parejas o exparejas mujeres. Esto supone un 87,7% frente a un 10,5%. El resto de muertes tuvo lugar entre personas del mismo sexo.
Observamos pues una clara diferencia entre ambos sexos, que justifica la necesidad de visibilizar la mayor violencia aún existente en nuestros días contra las mujeres, y la importancia de que existan leyes que protejan especialmente su indemnidad, así como la necesidad de crear consciencia y empezar a educar en igualdad para terminar con este grave problema.
Asimismo, si analizamos los datos sobre violencia sexual por ejemplo, encontramos también una clara diferencia entre el sexo de los agresores y las víctimas.

Según los datos de las denuncias presentadas en 2021 de delitos contra la libertad sexual, algo más del 90% de las víctimas de agresión sexual fueron mujeres y el restante hombres, y en cuanto al sexo de los agresores que propiciaron dichas agresiones, más del 99% fueron hombres, y solo un 0,97% mujeres (datos sacados del portal estadístico de criminalidad. Ministerio del Interior). Los datos del porcentaje del sexo de agresores y víctimas en estos tipos de delito, y que suelen repetirse sin mucha variabilidad año tras año, dejan al descubierto la importancia y necesidad de diferenciar el tipo de violencia que se ejerce contra las mujeres, pues nacer mujer es un factor de riesgo extra para ser víctima de violencia en el mundo. Pensemos que si España es uno de los países en los que más hemos avanzado en igualdad, mejor no imaginar los datos de otros países.

¿Por qué cuesta tanto salir de una relación de maltrato?
No es culpa tuya si no te sientes capaz de salir de una relación abusiva, de hecho, es muy frecuente y tiene un por qué. La escalada de violencia de género y el ciclo de la violencia lo explican muy bien.
La escalada de la violencia es un fenómeno que ocurre cuando comienza la violencia, y es que lo más habitual no es que la violencia aparezca de golpe, sino que esta vaya empezando poco a poco y aumentando progresivamente. Esto hará que la mujer vaya tolerando actos de violencia cada vez más graves casi sin darse cuenta. Un ejemplo seria empezar con control, después con agresiones psicológicas y verbales (que pueden también ir creciendo en gravedad), y acabar con violencia física.
El ciclo de la violencia de género también contribuye a que esto ocurra, pues dentro de una relación de maltrato no tienen por qué darse agresiones todo el tiempo. De hecho, lo normal es que vaya por ciclos, en el que encontramos una fase de acumulación de tensión, otra en la que estalla y se da la violencia, y otra posterior de luna de miel, en la que el agresor vuelve a comportarse como al principio de la relación y desaparece la violencia, pudiendo mostrar que está arrepentido o no lo va a volver a hacer.
¿Por qué cuesta tanto salir de una relación de maltrato?

No es culpa tuya si no te sientes capaz de salir de una relación abusiva, de hecho, es muy frecuente y tiene un por qué. La escalada de violencia de género y el ciclo de la violencia lo explican muy bien.
La escalada de la violencia es un fenómeno que ocurre cuando comienza la violencia, y es que lo más habitual no es que la violencia aparezca de golpe, sino que esta vaya empezando poco a poco y aumentando progresivamente. Esto hará que la mujer vaya tolerando actos de violencia cada vez más graves casi sin darse cuenta. Un ejemplo seria empezar con control, después con agresiones psicológicas y verbales (que pueden también ir creciendo en gravedad), y acabar con violencia física.
El ciclo de la violencia de género también contribuye a que esto ocurra, pues dentro de una relación de maltrato no tienen por qué darse agresiones todo el tiempo. De hecho, lo normal es que vaya por ciclos, en el que encontramos una fase de acumulación de tensión, otra en la que estalla y se da la violencia, y otra posterior de luna de miel, en la que el agresor vuelve a comportarse como al principio de la relación y desaparece la violencia, pudiendo mostrar que está arrepentido o no lo va a volver a hacer.